En un país donde el acceso a la salud sigue siendo un desafío, los avances en Tlaxcala bajo la administración de Lorena Cuéllar Cisneros se presentan como un modelo digno de análisis. En tres años, el estado no solo recuperó un sistema de salud colapsado, sino que lo transformó, logrando un fortalecimiento estructural y humano que ha permitido mejorar sustancialmente la atención médica.

Este esfuerzo, enmarcado en la implementación del modelo IMSS-Bienestar, ha posicionado a Tlaxcala como el primer lugar nacional en universalidad de servicios médicos. Uno de los mayores logros, encabezado por el secretario Rigoberto Zamudio Meneses, ha sido el incremento del 300% en la cobertura médica. Esta cifra no es solo un dato estadístico; detrás de ella hay historias de familias que ahora cuentan con atención médica cercana y de calidad.

De igual manera, la incorporación de 416 médicos generales y especialistas, además de 123 médicos cubanos, ha permitido cubrir zonas que históricamente fueron olvidadas. Asimismo, la apertura de mil 951 nuevas plazas refuerza el compromiso de la administración estatal de atender las necesidades más urgentes del estado.

En términos de infraestructura, Tlaxcala ha dado pasos agigantados. La remodelación y ampliación del Hospital General “Anselmo Cervantes” con áreas especializadas como Hemodiálisis y Cirugía de Mínima Invasión es un claro ejemplo de cómo la inversión en salud puede impactar directamente en la calidad de vida de la población. A esto se suma la adquisición de 96 ambulancias, incluyendo una aérea, y la dotación de ocho mil equipos médicos, herramientas indispensables para atender emergencias y mejorar diagnósticos.

Otro aspecto a destacar es la modernización de los centros de atención especializados, como el Centro Regulador de Urgencias Médicas y el Centro de Especialidades Odontológicas. Además, la planta de tratamiento de aguas residuales y la ampliación del alcantarillado sanitario reflejan una visión integral de la salud pública, que no solo se limita a la atención médica, sino también a mejorar las condiciones sanitarias de los hospitales.

La estrategia de vacunación también merece un reconocimiento especial. Tlaxcala ha sido pionera en la aplicación de vacunas contra el COVID-19 y el Virus del Papiloma Humano, alcanzando el primer lugar a nivel nacional. Este logro resalta el papel del estado como un referente en salud pública, especialmente en un contexto donde la prevención es clave para evitar crisis sanitarias futuras.

Estos avances en Tlaxcala no solo reflejan un compromiso político, sino también una visión estratégica que coloca a la salud como un pilar del desarrollo social. Aunque aún quedan retos por enfrentar, los resultados obtenidos hasta ahora demuestran que, con voluntad y planificación, es posible transformar un sistema de salud y convertirlo en un ejemplo a seguir para otras entidades del país.

Deja un comentario